Te Amamos Papito!!!!!!
5/30/2009
5/20/2009
Lo que nadie te dice:
Cuando nos cuesta embarazarnos, comienza un "clavario", por que todo es nuevo, desnococido y por lo general hay muy poca informaición y la mayoría de las cosas que los que conocemos saben, es información equivocada o incompleta.
Nuestras emociones se convierten en una montaña rusa y nos sentimos perdidos.
Por eso debemos informarnos y como dijo una amiga: Convertinos en especialistas de nuestro propio caso.
Por esa razón, traigo unas recomendaciones que copié del foro de AMI (Asociación Mexicana de Infertilidad), son algunas de las cosas que nadie nos dice y que es muy importante conocer:
La infertilidad es un problema médico que debe tratarse como un asunto de salud. La infertilidad es la consecuencia de una enfermedad o una condición médica, ya sea por problemas hormonales, estructurales o de otra índole.
La histerosalpingografía tiende a doler como un cólico menstrual. La buena noticia es que pasa rápido. Sin embargo, quienes tienen las trompas bloqueadas pueden sufrir una molestia un poco más intensa. Después del procedimiento, el tinte de yodo baja, por lo que es necesario llevar una toalla higiénica para que no manches tu ropa interior.
El hombre también sufre. Aunque lo viva de manera distinta, sin expresar tanto las emociones, a él también le duele no poder celebrar el día del padre, ser el único de sus amigos que no tiene hijos o verte sufrir por los tratamientos. No te olvides de él ni interpretes como indiferencia el que no exprese su dolor. Quizás se hace el fuerte para no afectarte a ti.
Las inyecciones no duelen. Molesta el pinchazo y a veces el líquido con las hormonas, pero si está bien colocada, no duele. Eso sí, a medida que avanzan los días y empiezan a subirte los niveles de hormonas, la piel empieza a ponerse más sensible. Otra cosa: las subcutáneas a veces son más incómodas que las intramusculares.
Las inseminaciones tampoco deben doler. Muchas veces las inseminaciones intrauterinas provocan molestias. Eso es normal. Sobre todo si sientes algún tipo de calambre leve en los minutos y horas siguientes al procedimiento. Sin embargo, no es algo que normalmente cause dolor, a menos que la persona que la hace no haya aprendido bien la técnica. Otra cosa: si tienes el útero en retroversión, te puede incomodar menos el catéter si doblan la punta. Y no se te olvide quedarte de espaldas unos buenos 10 a 15 minutos.
El estrés no provoca infertilidad. Es al revés. La infertilidad provoca estrés. Pero eso no implica que tienes permiso para manejar mal las tensiones. Es más: lo mejor es aprender a manejar el estrés. El cuerpo responde mejor a los tratamientos y tu vida será más grata. Estudios de la universidad de Harvard incluso muestran que hay más probabilidades de éxito de embarazo entre quienes tienen algún tipo de apoyo sicológico.
El clomifeno no siempre funciona y no se puede usar indiscriminadamente. Si no logras ovular con este medicamento, también conocido como serofene u omifín, no te sientas sola. Y si engordas mientras lo estás tomando, échale la culpa a estas pastillas. También le puedes echar la culpa si te vienen migrañas o calores repentinos (bochornos). Además, no es recomendable tomar pastillas de clomifeno por más de 6 ciclos.
Los médicos son humanos y a veces se equivocan. Si tienes alguna duda o después de un plazo prudente no ves los resultados esperados, cambia de médico o consulta una segunda opinión.
Una prueba post coital mala no implica que nunca puedas embarazarte por medios naturales. Hay muchos factores que influyen en la calidad de la mucosidad fértil. Además, es complicado determinar exactamente el mejor momento para realizar este examen ya que es necesario coordinarlo antes de que se produzca la ovulación.
Sufrir de infertilidad ahora no implica sufrir de ella en el futuro. Hasta un 30% de las parejas pueden llegar a concebir sin tratamiento médico después de haber sufrido por no poder concebir el primer hijo.
La gente a veces es bien intencionada, pero mete las patas. Enséñale a quienes quieres a darte el apoyo que necesitas. Muchas veces las palabras que te dirán no son las que quieres escuchar, por lo que necesitas educar a tus seres queridos. Existe mucha ignorancia sobre la infertilidad, las causas de esta condición, los tratamientos y los efectos secundarios. La próxima vez que te digan "Tómate unas vacaciones, olvídate del tema y vas a ver cómo quedas embarazada de inmediato", antes de mandar a esa persona a la punta del cerro, dile: "Me encantaría que fuese así de fácil, pero desgraciadamente tengo (tenemos) un problema de salud que necesita ser tratado antes de que logremos tener un bebé. Sé que nos deseas lo mejor, pero la verdad es que nuestra solución no depende de si nos relajamos o no".
La aspirina en dosis baja es un anticoagulante. Si te dan aspirina para evitar problemas inmunológicos en caso de lograr un embarazo, acuérdate que afectará la coagulación de la sangre. Es decir, puedes sufrir de hematomas y debes tener cuidado cuando te hagan exámenes de sangre. Adviértele a la enfermera de que estás tomando aspirina todos los días para que te aplique presión para evitar los moretones. También adviérteselo a tu dentista y cuida bien tu dentadura para que no te sangren las encías.
Los suplementos de progesterona pueden evitar muchas pérdidas tempranas del embarazo. Por lo tanto, conversa con tu médico si te aconseja usar supositorios especiales o algún tipo de apoyo hormonal luego de que se produzca la ovulación.
Confía en tus instintos. Si crees que algo anda mal o estás en desacuerdo con los procedimientos que te están haciendo, exprésale tus temores al médico y a tu pareja. Nadie conoce mejor tu cuerpo que tú misma.
Hay que aceptar que no controlamos la situación. Pero sí puedes controlar cómo reaccionas frente a lo que estás viviendo. Encuentra un pasatiempo que te haga la vida más llevadera, algo que te relaje y que te distraiga. La falta de control sobre la fertilidad no es excusa para que la vida te sobrepase con sus requerimientos.
Nunca debes dejar de informarte sobre tu condición y los tratamientos. Aprovecha recursos como internet para mantenerte al tanto de las últimas investigaciones. En ocasiones hasta puede suceder que le des ideas al médico de qué otras alternativas hay. Además, así sabrás un poco más sobre qué esperar.
Aprende a pedir ayuda. No creas que podrás sobrellevar esta situación con las mismas fuerzas con las que enfrentas tus demás problemas. Los medicamentos que influyen a nivel hormonal suelen afectar los estados de ánimo, que de por sí están alterados por el estrés de la situación. Apóyate en algún familiar o amigo (a). Si te ofrecen ayuda, no digas que no de inmediato. Piénsalo bien y no te hagas la valiente.
Ten fe. No importa si sigues una religión o no, ten fe en que vas a superar la infertilidad y en que los tratamientos darán resultados. Y nunca debes perder las esperanzas; han ocurrido verdaderos milagros y lo que parecía imposible hace tan solo 15 años atrás, hoy es algo normal, así que nunca sabes qué traerá el futuro.
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